Abu ‘Abd Allah Mwhammad ibn Sa’id ibn al-Jatib Lisan ad-Din as-Salmani, más conocido como Ibn Al- Jatib, nacía en Loja( Granada), el 15 de noviembre de 1313. Médico, intelectual, político y gran poeta de la Alhambra. por lo que se ganó el apelativo de “el príncipe de la literatura arábigo-granadina”. Desempeñó destacables funciones como la de jefe de la Secretaría Real, ministro y mandatario militar, primero en la corte nazarí de Yusuf I y posteriormente durante el mandato de su hijo Muhammad V. Con este sultán también ejerció como historiador, y hasta doble visir. Fue profesor y tuvo un papel muy importante en la construcción de dos de los edificios más importantes de su tiempo: el Maristán, primer hospital islámico del que se tiene noticias y del cual el Museo de la Alhambra conserva varias piezas muy destacadas; y la Madraza, universidad donde probablemente ejerció como profesor.
De Ibn Al-Jatib nos produce admiración su vida entregada a la gestión pública, agitada por los exilios y las tensiones políticas, en la que no le faltó sin embargo tiempo para escribir. Entre sus obras, por su gran aporte en el conocimiento de la Granada de los siglos XIII y XIV , destacamos , ´El resplandor de la luna llena; acerca de la Dinastía Nazarí`, trabajo histórico de Ibn al-Jatib que trata de la dinastía nazarí . La obra está dividida en cinco partes: la primera contiene una descripción de la capital del reino granadino; la segunda trata de su provincia y principales comarcas; versa la tercera sobre los gobernadores v príncipes que la rigieron; en la cuarta expone las cualidades y costumbres de sus habitantes; y la quinta estudia la sucesión de los reyes nazaríes y cuanto en ellos encuentra digno de mención.

Poema de Ibn Al Jatib en una Taca de la Alhambra
Sin embargo, gran parte de su obra se perdió en el camino, debido a las continuas persecuciones de las que fue víctima. Su influencia en la corte y su riqueza provocarían la envidia de los cortesanos, hasta que uno de sus discípulos, el poeta Ibn Zamrak, de la escuela maliquí, conspirara contra él, acusándole de deslealtad al Islam, debido a los postulados sufistas que profesaba. Finalmente fue llevado a prisión y asesinado en Fez en 1374, no sin antes escribir su último poema, su elegía:
Di a mis amigos: ¡Ibn Al Jatib ha partido!
¡Ya no existe!
¿Y quién es el que no ha de morir?
Di a los que se regocijan de ello:
¡Alegraos si sois inmortales!
Ibn Al-Jatib
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