Ya desde hace más de veinticinco siglos, los íberos se quedaron prendados de la belleza de las tierras granadinas, hasta tal punto que decidieron establecer su centro, ni más ni menos, que en uno de los miradores más conocidos del Albaicín, San Nicolás.
Pero este no es el único desde donde admirar la Alhambra, hay otros muchos, como el de San Cristóbal o Carvajales, o simplemente paseando por sus mágicas calles.
De la misma forma, la dinastía nazarí, consciente de este potencial, no dudó en dotar a la Alhambra de numerosos lugares para disfrutar de estas vistas, ventanas para conocer la historia y caer rendidos a la belleza de Granada.

Mirador Alhambra nocturna
www.caminandogranada.com